Hace muchos años,en una carpintería,las herramientas organizaron una reunión para arreglar sus diferencias y ponerse de acuerdo.El martillo quiso ser el presidente y dirigir la asamblea.Pero todas las demás herramientas se opusieron porue decían que él hacía demasiado ruido y además, se pasaba todo el tiempo golpeando.
El martillo aceptó su culpa,pero pidió que fuera expulsado el tornillo porque había que darle muchas vueltas para que sirviera para algo.
Ante ese ataque el tornillo acepto su culpa pero pidió que hechen a la lija.Explicó a todos que ella era muy áspera en su trato y siempre tenía fricciones con los demás.
La lija estuvo de acuerdo, a condición que fuera expulsado el metro,pues siempre se la pasaba midiendo a los demás,según su medida como si fuera el único perfecto.
En eso entró el carpintero,se puso el delantal y empezó a trabajar.Utilizó el martillo,la lija,el metro y el tornillo.Finalmente,un trozo de madera tosco se convirtió en un bonito mueble.
Cuando el carpintero se fue y la carpintería quedó nuevamente sola,continuó la reunión.Fue entonces cuando tomó la palabra el serrucho y dijo:
-Señores,ha quedado demostrado que todos tenemos defectos,pero el carpintero trabaja con nuestras cualidades.Eso es lo que nos hace valiosos.Así que no pensemos en nuestros puntos malos y concentrémonos en la utilidad de nuestros puntos buenos.
Aceptaron entonces que el martillo era fuerte,el tornillo unía,la lija era especial para finar y limar asperezas y el metro era preciso y exacto.
Por primera vez se sintieron un equipo capaz de producir los mejores muebles de calidad.Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar juntos.
Prometieron que siempre iban a observar y valorar los puntos buenos de los demás,porque de ese modo florecen las mejores cualidades de cada uno y los defectos se hacen cada vez más pequeños hasta desaparecer.(Cuento tradicional anónimo)
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