A partir de la década del 90 la irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación dio lugar a un periodo posterior; caracterizado por nuevas formas de articulación entre lo local, lo nacional y lo global. Una decisiva presencia social y cultural de las mismas obligo necesariamente a replantear las competencias y conocimientos que las sociedades deben promover para integrar a los ciudadanos en las esferas públicas. Como dice Palamidesi en su artículo:”Si se concibe a los procesos de educación de masas como un eslabón clave para promover el desarrollo de las personas, las comunidades, las organizaciones y los países (Ottone yHopenhayn, 1999), es preciso que las escuelas brinden oportunidades sistemáticas de formación vinculadas con capacidades que no están previstas en los procesos educativos tradicionales y que se han agrupado bajo el multiforme paraguas de la alfabetización digital” fecha de consulta 22/09/09-http://amianyalma.diinoweb.com/files/Nuevas%20tecnolog%EDas%20y%20educaci%F3n/Mariano%20Palamidessi/1_PALAMIDESSI%20MARIANO%20et%20al%202006%20Las%20escuelas%20y%20las%20tecnolog%EDas%20%20en%20el%20torbellino%20del%20nuevo%20siglo.pdf
Tras varias décadas de discusiones y experiencias en torno al carácter que debe asumir este nuevo núcleo de capacidades básicas; parece claro que -junto con otros aprendizajes y experiencias- las escuelas deben promover el desarrollo de habilidades, conocimientos y disposiciones para el uso de las herramientas informáticas fundamentales, la comunicación y coordinación a través de redes electrónicas y el uso de bases de información. El desarrollo de una alfabetización digital también debe incluir oportunidades sistemáticas de acción y de reflexión sobre los modos de trabajar, producir y comunicar en los nuevos entornos.
Las nuevas tecnologías ya forman parte de la vida cotidiana y son numerosos los docentes y alumnos que las han incorporado a sus tareas de enseñanza y de aprendizaje. Pero todavía persiste el miedo a ser superado por el conocimiento y el uso que hace el alumno y el docente de ellas. Ahora la información es más colaborativa, es decir, que el saber lo tiene el docente, el alumno, la PC, el mp3, el celular, y entre todos ellos nace un nuevo conocimiento.
Es indudable que se comience a enseñar y aprender desde nuevas redes sociales y la escuela pase a ser un eslabón más en la adquisición del conocimiento y no el único.
El desafío para el nuevo modelo de educador no se limita a la adquisición solamente del uso de las TICs sino es mucho más complejo ayudar a sus educandos para que sean críticos de su realidad y puedan tomar lo mejor de esta nueva sociedad digital en las que les toca vivir.
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